Siempre que oigo a Emilio Duró, me acuerdo del pesimismo de otros que yo me sé. Ojalá que se pudiera retener su visión y ponerla en práctica, cosa que no es nada fácil.
Entre que habla tan aprisa y los videos no siempre tienen un buen sonido, es una pena el perderse la mitad de las cosas que dice.
Me recuerda un velatorio al que asistí y en el cuakl, me reí más que toda mi vida. La gente era toda de edad bastante avanzada y seguramente pensaba que había que tomarlo a risa, ya que no había otra salida en esas circunstancias.
Así estamos pues, muy necesitados de escuchar cosas divertidas y a la vez que transmitan pensamientos positivos, ya que en los tiempos que corren, hay que tener buen humor para poderlo asimilar con un poco de alegria y buen humor y escuchar a este Sr. Duró, es altamente reconfortante.
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